Wabi Sabi. El amor por lo imperfecto.

Hoy viajamos al lejano oriente

Algunos dicen que es el secreto de la felicidad. Es una filosofía de vida y una visión estética.

El principio fundamental es:

Nada dura, nada está completo y nada es perfecto

 ‘wabi’ 

Hace referencia a la quietud y la frescura de lo simple.

Deriva de la raíz wa, que se refiere a la armonía, la paz, la tranquilidad y el equilibrio.

El espíritu Zen se personifica en una persona Wabi, que se conforma con muy poco, libre de codicia, indolencia, ira, y comprende la sabiduría de la naturaleza.

 ‘sabi’

 habla de la serenidad que aparece con la edad.

Significa “la flor de tiempo”.

Implica la progresión natural del tiempo, la decadencia, la degradación.

Significa entender que la belleza es efímera.

Foto de pinterest

Según la perspectiva budista Mahayana se trata de características positivas porque representan la liberación del mundo material.

Es una filosofía basada en el budismo Zen. Nos dice que disfrutemos del presente, encontremos la paz, la armonía que reina en la naturaleza y en las pequeñas cosas. Se formaliza en una visión estética a través de elementos de diseño, artísticos y cotidianos.

Son elementos rústicos, naturales, asimétricos, ásperos, sencillos, inacabados y desgastados. La finalidad es la sencillez y la tranquilidad. Busca la belleza en la imperfección. Es un estilo humilde y modesto.

La naturaleza es perfecta aunque está llena de imperfecciones.

El resultado es la recreación de atmósferas sinceras, armoniosas, tranquilas, serenas, íntimas y silenciosas.

Foto de pinterest

El Wabi Sabi se aplica en el diseño de interiores a través de:

Naturalidad

Comodidad

Simplicidad

Extrae sus principios básicos de la naturaleza:

Nada es perfecto

Nada es Permanente

Nada está completo

Foto de pinterest

El Wabi es más un estado de ánimo que reproduce atmósferas. Tiene mucho de minimalismo, ya que elimina lo superfluo y se queda con lo necesario. Es una forma de vida que procede de la forma en que vivían los mojes japoneses en el siglo XV como respuesta a la opulencia china.

El silencio se consigue mediante el juego de luces y sombras. Los espacios en sombra, con poca luz, son íntimos y crean una sensación de cobijo que sugiere el silencio y la paz.

Las características de este estilo por tanto son:

• El uso de una paleta de color apagada.
• El uso de materiales naturales.
• Uso de elementos artesanales, imperfectos, inacabados, envejecidos, oxidados, agrietados.
• La sencillez y eliminación de lo superfluo. 
• Imitación de la naturaleza.
• La sobriedad y austeridad.
• Elementos auténticos.
• La asimetría.
• Aspereza.
• El orden. Pocas piezas, bien escogidas.
• Líneas puras.
• Elementos en los que el paso del tiempo ha dejado huella. Desgastados, deshilachados.
• Elementos reciclados.
• Atención por el detalle y la delicadeza.
• Las texturas.
• EL uso de la técnica "Kintsukuroi" mediante la que se repara objetos rotos rellenando las grietas con metales preciosos como dorados. En lugar de ocultar las grietas las acentúan, ya que lo que buscan es la belleza de la imperfección.

Materiales naturales

• La madera
• El cáñamo
• Mimbre
• El lino
• Cerámica. Tratada a mano.
• Piedra
• Vidrio
• Hormigón

Por qué materiales naturales? Porque son vulnerables a la intemperie y al paso del tiempo. Envejecen, como nosotros, se deforman, se contraen, están vivos. Se deforman, se vuelven imperfectos.

La paleta de color

Usa una paleta de color natural, oscura y apagada.

• Los tonos tierra
• Verdes terrosos
• Negros
• Grises
• Ocres
• Beiges
• Blanco
• óxidos

Elementos decorativos

Inspírate en la naturaleza. Usa troncos de árbol, ramas, flores secas, palos en jarrones, plantas, hojas esparcidas sobre muebles, bellotas...todo aquello que encuentras en la naturaleza entra a formar parte de ti.

Es un estilo que usa pocos elementos pero de mucha calidad y eso repercute en el costo. Son espacios que parecen austeros pero son realmente costosos.

Si os interesa saber un poco más podéis indagar sobre el hotel Greenwich Hotel Tribeca Penthouse, propiedad de Robert de Niro y decorado por Axel Vervoordt, donde se respira el Wabi en cada rincón, como podéis ver en la fotografía.

Al final nuestros espacios son una extensión de nuestra personalidad  y si transformamos nuestro interior, transformamos nuestro exterior. Te animo a que no solo apliques el Wabi Sabi a tus espacios sino que lo apliques en tu vida y ames tus imperfecciones!

Me despido con este fragmento  de El libro del té de Okakura Kakuzo:

Rikiu estaba mirando a su hijo Shoan que barría y regaba los caminos del jardín. «Todavía no están limpios», dijo Rikiu, cuando Shoan hubo terminado; y le mandó volver a empezar. Después de una hora de trabajo, el joven filósofo se volvió hacia su padre: «Padre, nada más hay que hacer – dijo -, he lavado tres veces los escalones, he vertido el agua sobre las linternas de piedra y sobre los árboles, el musgo y los líquenes brillan con un verde fresco y luciente, y no queda en el suelo ni una hierba ni una hoja.»
«¡Mi pobre loco! – exclamó el maestro – . No es así como el paseo debe ser barrido.» Y diciendo esto, bajó al jardín y, sacudiendo un árbol, llenó el suelo de hojas de púrpura y de oro, ¡pedazos del manto de brocado del otoño! Porque lo que Rikiu exigía, no era solamente limpieza, sino belleza y naturalidad.

Voy a seguir subiendo cositas interesantes pronto!

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Muchas gracias por vuestra aportación, por leerme y quedaros.

Alana

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